Efímera
Me gusta, no me gusta: esto no tiene la más mínima importancia para nadie; aparentemente, no tiene sentido. Y, sin embargo, esto quiere decir: mi cuerpo no es igual al suyo. (...) Aquí comienza la intimidación del cuerpo, que obliga a otro a soportarme liberalmente, a permanecer silencioso y cortés ante goces o rechazos que no comparte.
(Una mosca me molesta y la mato: uno mata lo que le molesta. Si no hubiese matado la mosca, habría sido por puro liberalismo: soy liberal para no ser un asesino).
de Roland Barthes, pero lo ví en uno de los blogs que más me gustan: Efímera.org de Juanjo Seixas.
Lástima que no publique más seguido...
2 comentarios
dosdedos -
¡Qué bueno que hayas pasado, Juanjo!
Juanjo -