En la escena del crimen [Beers&Blogs Madrid 2º edición]
Con la técnica del "Cadáver Exquisito", se compuso este relato el sábado 13 de diciembre, en el Handyman Tavern. Los culpables están aquí.
Sobre la mesa tantas palabras que era difícil vernos las caras
(Quién, es despiadado puede controlar el mundo, pero tan solo quién lo ama como a sí mismo puede conquistarlo)
tomó tres o cuatro cervezas y le empezó a temblar el pulso, tiró el bolígrafo, tiró la cerveza y tiró su vida de mala manera. Entonces descubrí que ya no quedaba nada cuando ya era tarde. Pero nunca me ha gustado el marisco. Los percebes me daban miedo, así que refuigiado en los langostinos, al menos podía entretenerme en pelarlos Lo cierto es que las cosas habían llegado demasiado lejos, era imposible seguir con esta situación. Había que tomar una decisión definitiva.
Es que el color de la cerveza varía con la luz del bar. Las hay verdes y azules y las hay de las que siguen cambiando. Entonces el viento sopló como si quisiera borrar todo lo ocurrido, como si a partir de entonces todo fuera nuevo, distante y de diferente color. Unos ojos nuevos contemplaban la escena; había que reinterpretar todos los símbolos y si casi llegando al final, dije que si, me levanté para irme pero no me fui, aunque miro ahora el cielo y olvido las penas porque se que encontraremos tiempos mejores.
Y el caminante partió,. Como había llegado se marchó sin previo aviso, sin discursos, sin fantasías y de él nadie más nunca supo salvo por el eco de sus sueños: Cuando vuestras palabras cobren voz, el silencio se va apoderando de mi.
FIN
Sobre la mesa tantas palabras que era difícil vernos las caras
(Quién, es despiadado puede controlar el mundo, pero tan solo quién lo ama como a sí mismo puede conquistarlo)
tomó tres o cuatro cervezas y le empezó a temblar el pulso, tiró el bolígrafo, tiró la cerveza y tiró su vida de mala manera. Entonces descubrí que ya no quedaba nada cuando ya era tarde. Pero nunca me ha gustado el marisco. Los percebes me daban miedo, así que refuigiado en los langostinos, al menos podía entretenerme en pelarlos Lo cierto es que las cosas habían llegado demasiado lejos, era imposible seguir con esta situación. Había que tomar una decisión definitiva.
Es que el color de la cerveza varía con la luz del bar. Las hay verdes y azules y las hay de las que siguen cambiando. Entonces el viento sopló como si quisiera borrar todo lo ocurrido, como si a partir de entonces todo fuera nuevo, distante y de diferente color. Unos ojos nuevos contemplaban la escena; había que reinterpretar todos los símbolos y si casi llegando al final, dije que si, me levanté para irme pero no me fui, aunque miro ahora el cielo y olvido las penas porque se que encontraremos tiempos mejores.
Y el caminante partió,. Como había llegado se marchó sin previo aviso, sin discursos, sin fantasías y de él nadie más nunca supo salvo por el eco de sus sueños: Cuando vuestras palabras cobren voz, el silencio se va apoderando de mi.
FIN
5 comentarios
hans -
Gabriel -
Muchas gracias a ti tambien!
Besos
pd: hay mas agradecimientos en nuestro blog
Elpeorsordo -
milio -
Wayfarer -
-- Wayfarer